My last year in Punto Fijo: the weird upsides of HOME

A veces me imagino dentro de una habitacion completamente blanca, con formas, mas o menos donde iria una instalacion de James Turrell y en una de las paredes, hay tres imagenes gigantescas proyectandose mientras yo estoy en el centro observando, la primera es el cielo azul despejado donde ocasionalmente aparecen pajaros negros dejandose llevar por la brisa, ese seria el registro de la mayoria de mis manhanas.

La segunda, un timelaps que reproduce las vistas del cerro de Santa Ana desde el terreno de mi casa y la ventana del estudio de Jose y en la tercera, footage de la refineria, ardiendo las 24 horas del dia. Mientras miro, relente estas imagenes que particularmente no tuvieron ninguna trascendencia en mi vida en punto fijo, extranhamente encuentro la calma que necesito para dormir estando a miles de kilometros de casa.

Volver a casa despues de casi tres anhos interpretando a la adulta funcional mientras sacrificaba varias comidas al dia, me ejercitaba compulsivamente y todo lo que me resultara medianamente incomodo podia ser enterrado en trabajo, tuvo un efecto parecido a la cinematografia de Melancolia en mi cuerpo, dos mundos, cada uno con millones de elementos vivos e interactuando dentro de ellos, colisionando dentro de mi resultando en dramaticos cambios de humor que despistarian a cualquier ser humano normal, en este caso a Jose.

En varios puntos, entre los ocasionales breakdowns en el colchon del estudio y el duelo de saber que en cualquier momento tendria que tomar una decision y comprar un pasaje de avion para escapar del socialismo, me di cuenta de lo raro que es crecer con una llama que se asemeja al ojo de mordor siempre a la vista, de lo importante que es tener a alguien en tu vida que pueda verte llorar por dias sin hacerte sentir juzgado, que algunas personas en tu vida empezaran a aparecer con menos frecuencia, que una puerta, un estudio y una bahia pueden ser refugios inesperados para situaciones desesperadas.

Como en una nivela adolescente, mi ultimo anho en punto fijo empezo con una follada y termino con una follada, pero hubo tanto mas de por medio que por ahora no estoy ni remotamente lista para olvidar y mientras pasan los dias, la posibilidad de volver y encontrar que todo no ha sido arrasado por el tiempo se vuelve mas remota.