Pienso en el primer hombre y la primera mujer, en su primera
vida como hombre y mujer, en cómo crecieron y se volvieron adultos y de pronto
descubrieron que tener sexo por placer era una opción, lo disfrutarían? Pienso en esto porque me los imagino adaptándose
al mundo, caminando erguidos, conviviendo juntos, siendo compañeros, compartiendo el fuego, la comida y luego vino
el sexo. Cuánto tiempo pudo haber pasado antes de que lo hicieran por primera
vez, qué sucedió después del primer
coito, lo harían de pie? Se quedarían viendo sus ojitos abrillantados, quién
acabaría primero?
Cuando pienso en sexo pienso en un millón de cosas, un
millón de cosas que no siempre pasan, los deditos de los pies estirándose, la
apertura exacta de la mandíbula, la falta de aire. Seguramente los primeros
humanos no tuvieron chance de pensar en todo lo que yo pienso ahora y quizás
por eso, tuvieron éxito poblando al mundo, aún así creo que algún estado de
consciencia debieron tener de pasar a ser solo co-habitantes a ser cónyuges,
alguna reacción, alguna rareza, algún despertar, algo.
Y aquí estoy yo, descendiente viva de millones de años de
evolución de esta especie, sin idea alguna de por qué concebimos el sexo de la
manera que lo concebimos, esto es por supuesto, una opinión personal y no todo
de lo que lean aquí tiene que identificarlos, piensen un momento en el mejor
sexo que hayan tenido sin estar enamorados, bien, quédense ahí por un segundo y
ahora, piensen de nuevo en ese momento como si se estuvieran viendo en una
pantalla gigante con cientos de desconocidos viendo con ustedes, les parece que
se desempeñaron perfectamente? Le cambiarían algo? Qué hay del after-sex?
Aunque muchos les cambiarían algún detalle, muy pocos
estarían dispuestos a decir que si le cambiarían algo, nos enorgullecen nuestras
vidas sexuales, admitir lo contrario sería admitir que fracasamos como humanos
y pondría en riesgo cualquier posible oportunidad de sexo que tengamos en
espera, vivimos en una sociedad donde nadie quiere ser un mal polvo y nadie
quiere ser visto como romántico, como conservador y vamos buscando experiencias
que sólo hacen que el sexo se vuelva más sucio, más raro, más violento, más
presión en toneladas esperándonos a la vuelta de la esquina, no sólo nos toca
ser “atractivos”, también debemos ser unas máquinas de placer sexual y tener un
record de encuentros sexuales que no baje de…
Cuando perdí la virginidad pensé, ya fue, ahora podré tener
sexo regularmente cuando quiera, donde quiera, con quien quiera. Cuando eres virgen y quieres tener sexo, pero no
tienes pareja es como si estuvieras encerrada en una caja esperando a que
alguien con una de las tantas copias existentes en el mundo se digne a abrirla,
es una locura, pero es la realidad. Es cierto eso de que nunca se te olvida tu
primera vez, recuerdo especialmente cuando antes de hacerlo el tipo me dijo “eres
besable, pero no cogible”, qué demonios? Eso no tiene ningún sentido,
lógicamente tenía que hacerle tragar sus palabras y lo hice FTW y es a este
tipo de cosas a las que me refiero cuando digo, por qué vemos el sexo de la
manera que lo vemos? o mejor, por qué hablamos del sexo de la manera en la que
hablamos?
Continuando con la cronología, después de la primera vez
estuve lista para ser una mujer liberal, preservativos siempre en la cartera,
ropa interior sexy los fines de semana y simplemente no se dio, yo que estaba
dispuesta a ser Nancy Reagan saben promiscua, pero
suficientemente discreta como para que no afectara mis relaciones futuras y
terminé siendo todo lo contrario, el sueño de todas las madres católicas del
mundo. Recuerdo un juego de “yo nunca, nunca” en el que alguien dijo “yo nunca
he pasado más de 6 meses sin tener sexo” y tuve beber porque alguien más dijo
que pasar de 6 meses sin tener sexo era un suicidio y yo no quería ser la única en
desgracia, en una sala llena de gente que obviamente no tenía ningún problema
para tener sexo regularmente.
Confieso, que pasé mucho tiempo
acomplejada por el hecho de no tener sexo con frecuencia y pasé mucho más
idealizando una especie de sexo que no era real o al menos, no era lo mío, me
gusta la incomodidad del sexo, me gusta hablar sucio y hacer sexting, siento
que los orgasmos son más satisfactorios que cualquier otra cosa en el mundo,
pero eso no quiere decir que mi vida se basa en estas cosas, o que mi trabajo
se base en sólo ser una escritora cachonda, porque al final, soy todo menos eso, quiero ser una escritora que sólo tenga que preocuparse porque sus textos sean tan buenos como los de cualquiera, hombre o mujer y no por si son lo suficientemente sexys, porque la vida es más que perseguir ser una suicide girl, que tirar con tipos guapos
que no pueden mantener una conversación contigo, que ponerse lencería bonita y
tomarte fotos comiendo pizza, porque a todo el mundo le gusta la pizza y si al
final coger se trata de sólo eso, pues, prefiero no coger, no se, me importa
mucho que haya contenido en las cosas.
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