Ficción: La pequeña de tio

De por sí ya me había tocado una dosis de injusta descoordinación temprano de esa misma tarde, un incidente mientras hablaba cosas con mi amante,  no logro verlo tan a menudo, así que descargamos nuestro apetito por el otro a través de la web, no somos tan convencionales y pienso, que ya vamos tan avanzados que las parejas que follan a través de la web son algo convencional. Me gusta verle, el 75 por ciento de nuestro amor es sólo hacía él, su figura de hombre sensual y misterioso, íbamos perdiendo la ropa, llevo ya el pecho descubierto, me acaricio y en mis pantys se forma un pequeño círculo de humedad, mi novio mantiene una erección mientras me ve, fue entonces cuando mi tío, el cockero entra a la habitación para preguntarme algo, se paraliza, se enfada, tío ha tenido sus sospechas y las ha hecho saber varias veces, solo que nadie le hace caso porque tiene problemas de dependencia a la cocaína y otras cosas, le ha dicho a mi madre “tus hijas son unas putas” y sí que lo éramos, pero de ahí a que tu mamá lo sepa es otra cosa, porque a la última persona que quieres decepcionar es a tus padres. Ese día tío lo supo, yo era una puta que se exhibía ante una cámara web, lo que él no sabía era que la persona del otro lado era el amor de mi vida, con quien había perdido mi virginidad, con quien me había imaginado pasar el resto de mi vida y con quién había sido estrictamente monógama desde ese entonces.

 Pero una escena mal vista es una escena mal vista, y aunque esa persona viva muchas cosas, la impresión seguirá siendo la misma a través de los años. Él cerró la puerta y salió rápidamente, no había tiempo para dar explicaciones, cerré la conversación de skype, Me coloqué el brasier, luego la pijama que había dejado tirada en el piso y salí corriendo tras él, mientras me vestía pensaba en lo que podría estar pasando, tío podría estar convenciendo a mamá de que me tire a la calle o podría estar esperándome justo afuera para partirme la cara de una cachetada, luego pienso que no se atrevería, pero él era adicto a la coca, qué sabía yo que era capaz de hacer, pienso en la vez que amenazó a la abuela con un cuchillo, pienso en los tantos escándalos que ha provocado en las reuniones familiares, termino de ponerme la parte de arriba de la pijama y salgo rápidamente, bajo hasta la cocina y ahí estaba mi mamá, sola, no había señales de tío por ningún lugar, me acerco más y pregunto “mamá y tío?” mamá deja de hacer lo que está haciendo, no recuerdo bien si estaba cortando vegetales y me dice “el bajó, se despidió y se fue”.

Me sentí aliviada por un segundo, se había sorprendido y no había sabido cómo manejarlo así que se fue evitando una situación incómoda, pero la angustia no tardó en regresar, qué iba a pasar después, será que estaba esperando un peor momento para delatarme?, sería en la cena de navidad, el próximo cumpleaños del abuelo la ocasión que estaba esperando para delatarme? Me imaginé a todos bien vestidos, todos viéndome con sus caras de desaprobación,  pensé que ninguna de esas personas estaba en la capacidad de entender lo que estaba haciendo frente a esa computadora, que no importaba cuántas veces se los explicara, nunca lo entenderían, pasa cuando eres la única que entiende sobre el internet y sus facilidades, pasa cuando te has criado sola  y las únicas conversaciones que te interesa tener es a través de chats, en esa angustia y de manera muy irónica pensé que habría preferido mil cachetadas de tío antes que cargar con esa incertidumbre.

Pasaron varias horas y aún no podía dejar de pensar al respecto, la vergüenza, el pudor, la cara de enojo de tío, pero qué derecho tenía él de estar molesto, por qué tenía yo que esconder lo que hacía, tal vez todo me lo hubiese ahorrado si abiertamente le hubiese comentado al mundo que tenía un novio, que lo amaba y que teníamos sexo   pre-marital, y ya hasta sexo pre-marital me suena puritano, porque esa era yo una puta sucia, pero escondida,  llena de pensamientos sucios, de palabras que a otros horroriza, eso, por eso me mantenía oculta, por no horrorizarlos a todos.